Cuando Lola y Manuel fueron a aquella granja de cría de visones no sabían lo que estaban a punto de hacer. Qué catástrofe. Ambos eran grandes defensores de los derechos de los animales y estaban en medio de una campaña para el cierre de las granjas peleteras. Llegaron por la noche. Todo parecía estar tranquilo y aparentemente no había nadie. Ya habían conseguido pasar el perímetro de seguridad y no saltaron las alarmas. Una a una fueron abriendo todas las jaulas hasta que los 600 ejemplares pudieron escapar. Los visones americanos que se iban a convertir en abrigos y pieles en los próximos meses ahora corrían libres entre los ríos y bosques. Lola y Manuel lo celebraron como una verdadera hazaña. Meses después se empezó a registrar la muerte masiva de las poblaciones de visón europeo que rodeaban a la granja.
¿Cuál es la situación actual?
Hace ya unos siglos el visón europeo (Mustela lutreola) habitaba todo el continente europeo. Desde las costas atlánticas de España y Francia hasta los Montes Urales que colindan con el continente asiático, habitando incluso lugares que incluso rozan el círculo polar ártico. La triste realidad es que debido a varias razones, todas relacionadas con el ser humano, hoy no quedan más de 500 individuos en estado salvaje. Varias regiones de España cuentan con la mayoría de la población y el resto son poblaciones dispersas en Estonia, Rusia y el delta del Danubio, siempre ligadas a masas de agua dulce.

Ya existen instituciones, como el FIEB, que se dedican a la recuperación de la especie mediante programas de conservación ex-situ. Sin embargo, todas las organizaciones conservacionistas advierten de un mismo peligro: en caso que los esfuerzos por conservar la especie no aumenten, el visón europeo desaparecerá en los próximos 5-7 años. ¿Hay algún apoyo gubernamental para frenar la extinción?
Gracias a WWF España, el visón europeo fue declarado en España como «Especie en situación crítica» lo que permite al gobierno declarar de interés general las obras y proyectos necesarios para su recuperación. Sin embargo, de nada sirve todo esto si no se acompaña de recursos económicos que garanticen la puesta en marcha de medidas efectivas para su conservación. El FIEB cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, pero como dijimos antes, los esfuerzos se han de intensificar para recuperar la especie.
En 2011, la IUCN declaró al visón europeo como especie en peligro crítico de extinción, la máxima categoría de amenaza, y desde entonces la población salvaje no ha parado de disminuir. ¿Por qué?
Amenazas para la extinción del visón europeo
Las poblaciones salvajes de visón europeo llevan ya más de 300 años desapareciendo. Entre las razones:
- Visón americano (Neovison vison). Considerado como especie invasora, este pequeño mamífero es sin lugar a dudas la principal amenaza para la supervivencia del visón europeo. Dado que compiten por las mismas presas y hábitats, el visón americano está desplazando al visón europeo y poco a poco lo está llevando a la extinción. Además, la llegada del visón americano trajo consigo varias enfermedades que también afectaron al visón europeo. Fue introducido en Europa para criar en granjas y satisfacer la demanda de la industria peletera. Algunos individuos consiguieron escapar de las granjas y fueron formando pequeñas poblaciones que fueron creciendo con el paso de los años. A día de hoy, muchos grupos animalistas liberan a los ejemplares que aún siguen en las granjas, empeorando aún más la repercusión ecológica de esta especie invasora.
- Pérdida y degradación del hábitat. Las actividades humanas invaden cada día más lugares naturales. Por ejemplo, debido a la agricultura, muchos ríos y estanques naturales han desaparecido.
- Contaminación de los ríos. El visón europeo requiere aguas fluviales de buena calidad para poder vivir. Por ello se le considera un indicador biológico de la salud de ríos, estanques, etc. A medida que contaminamos estos recursos hídricos la población del visón europeo sigue disminuyendo.
- Caza. Aunque ahora es una especie protegida, declarada junto al lince ibérico como el mamífero más amenazado de Europa, antiguamente no lo fue. Algunos países, como la Unión Soviética, lo cazaron de forma masiva durante años.
¿Tenemos un plan para frenar la extinción del visón europeo?

Para lograr que el visón europeo no se extinga se necesita un plan integral que abarca varios planos de actuación. Entre ellos:
- Lograr la protección gubernamental de la especie. En 2017 ya se alcanzó este objetivo. Fue en 2018 cuando la medida se hizo efectiva en el BOE (Boletín Oficial del Estado), y el visón europeo pasó a ser «Especie en situación crítica».
- Realizar un censo nacional e internacional. Es muy importante conocer la situación actual de las poblaciones. Solo de esta forma podremos orientar el resto de acciones de forma óptima y poder priorizar las más urgentes.
- Programas de conservación ex-situ. Hay varios lugares donde el visón europeo se cría en cautividad para después ser introducido en su hábitat natural. Estos programas de conservación ex-situ deben tener una financiación a largo plazo garantizada si queremos que sean efectivos. Para ello es importante también la colaboración ciudadana y saber reconocer el trabajo de estos profesionales. Dotar de recursos suficientes a estos programas de conservación es uno de los pilares fundamentales para la recuperación de la especie.
- Erradicar las poblaciones de visón americano. Al igual que el resto de especies invasoras, el visón americano debe ser desplazado de los ecosistemas de los cuales no es autóctono y así dejar sitio a las especies que sí lo son para cumplir con su rol ecológico.
Por suerte, este plan de actuación ya se puso en marcha hace años y está dando buenos resultados pero como dijimos antes, debemos intensificar los esfuerzos si queremos revertir la tendencia a la baja de las poblaciones de visón europeo.
FIEB: Un ejemplo de cómo trabajar para recuperar al visón europeo
La Fundación para la Investigación en Etología y Biodiverisidad (FIEB) se consolidó en 2012 en la provincia de Toledo (España). Tres años más tarde, se creó el Centro de Cría en Cautividad y Estudio del Visón Europeo. Desde entonces, el equipo del FIEB trabaja día a día en recuperar la población salvaje. ¿Cómo lo hacen?
A través de su programa de cría ya han nacido más de 70 visones europeos en el centro, de los cuales 20 viven ya en su hábitat natural. Cuando nacen, las crías permanecen 15 días con su madre hasta que llega su primer chequeo sanitario. Para evitar un posible rechazo de la madre después de este manejo, es importante impregnarse los guantes con el olor del nido antes de tocar a las crías. El primer chequeo sanitario sirve para evaluar el estado de salud general y determinar el sexo de las crías.

Después, a los 30 días de nacer, se les realiza otro chequeo para comprobar que las crías están creciendo bien y se les coloca un microchip. Gracias a él, el equipo del FIEB puede tener a todos los ejemplares identificados en el momento de ser puestos en libertad. Pasados los 30 días, los individuos seguirán creciendo en sus instalaciones que tratan de imitar el entorno natural donde vivirán. Cuentan con piscinas, abundante vegetación y lugares donde esconderse, para así satisfacer el mayor grado de bienestar y adaptación.
Más adelante, algunos serán los padres de las siguiente generación y otros viajarán a los corrales de pre-suelta donde terminarán su última fase de adaptación antes de ser liberados en la naturaleza para repoblar los ecosistemas fluviales ibéricos.
TEMPORADA 2021
El 29 de mayo se realizó el primer chequeo sanitario de la temporada. Pinilla, madre primeriza y nacida en FIEB la pasada temporada, alumbró 3 crías (2 machos y 1 hembra). Dos días después, se realizo el primer chequeo sanitario de las siguientes crías. Esta vez fueron 4, todos en perfecto estado. Con estas fantásticas noticias el FIEB anuncia con orgullo el inicio de la temporada 2021 de nacimientos, después de haber vivido tiempos complicados debido a la pandemia.
¿Te gustaría echar una mano en la medida de lo posible para frenar la extinción del visón europeo? ¡Puedes hacerlo! Por un lado, puedes participar como voluntario o bien realizar tus prácticas universitarias con ellos (contáctanos para que te ayudemos). Una experiencia que te llenará de conocimiento y marcará un punto de inflexión en tu crecimiento profesional como conservacionista. Por otro lado, si en estos momentos no puedes involucrarte de forma activa, siempre puedes ayudarles con la obtención de recursos para sus proyectos.
¡Marca la diferencia y ayuda al FIEB con la conservación del visón europeo!
