Aún recuerdo esos días navegando por los ríos de la Amazonía boliviana como si fuese ayer. Había animales por todas partes. Miles de cocodrilos y caimanes, capibaras, tortugas, monos ardilla, monos aulladores, jabirúes, guacamayos, aves del paraíso, garzas de todo tipo, pirañas… incluso nos encontramos varias veces con los delfines rosados del amazonas. Intentaba no perder detalle de todo cuanto nos rodeaba. Podría estar en frente de mí y no darme cuenta.
-¡No lo encontrarás! – me dijo un día Chalo, nuestro guía de Donato Tours.
-Tengo entendido que no es difícil verlos en esta zona, ¡seguro que algún día nos topamos con alguno! – respondí
-Antes sí lo era. Les veías cazando caimanes con frecuencia y en las salidas nocturnas sus ojos brillantes eran inconfundibles. Desde hace años, los pocos que quedan, se han vuelto muy esquivos. Huyen de su depredador, igual que huyen de él sus presas. Los traficantes ofrecen muchos dólares en los pueblos por uno muerto. La mayoría de los jaguares que antes habitaban esta selva ahora están en el mercado Chino. Colmillos, pieles, testículos, huesos… . Lo peor de todo es que se vende como tigre y no como jaguar.
El hábitat del jaguar. ¿Dónde vive y dónde vivió?
A pesar de ser el felino más grande del continente, no vive en cualquier lugar. El jaguar (Panthera onca) tiene especial predilección por las áreas frondosas. Las selvas y llanuras inundadas son sus lugares favoritos. Es un gran nadador y muchas de sus presas están ligadas al medio acuático. Salvando las islas del continente latinoamericano, todos los países le vieron prosperar en algún momento de su historia. Sin embargo, a día de hoy, El Salvador y Uruguay , según la IUCN, han acabado con todos los ejemplares de su territorio. Son sólo 18 países los que a día de hoy pueden disfrutar de ver ejemplares en estado salvaje, siendo Brasil el más afortunado. Se calcula que el 85% de los jaguares salvajes viven en la Amazonía.

La destrucción y fragmentación del hábitat es una de las principales amenazas para la conservación del jaguar. Por ello, en el Plan Jaguar 2030, 14 países han decidido unir esfuerzos para mejorar la conectividad entre las áreas donde vive. Una absoluta prioridad.
Plan Jaguar 2030: Los corredores biológicos del jaguar
Se entiende como corredor biológico aquella superficie que conecta dos núcleos poblacionales de una misma especie. Los corredores biológicos son una pieza clave en la supervivencia de las especies ya que actúan también como corredores genéticos. En su totalidad, conforman una única unidad ecológica, en este caso, el Corredor del Jaguar. En la siguiente imagen podemos observar un ejemplo de cómo los corredores biológicos en la región de Mesoamérica unen varios puntos importantes de conservación. De esta forma, la población está totalmente conectada y existe un flujo genético entre los núcleos.

En base al Plan Jaguar 2030, los esfuerzos en conservar la conectividad deben ser regionales pero también transfronterizos. Los países deben preocuparse por mantener los corredores dentro de su territorio, pero también deben trabajar en conjunto con sus países vecinos. Si no, nada tiene sentido. Un buen ejemplo es el trabajo que están realizando entre Colombia, Perú y Ecuador. Respecto al rango de distribución del jaguar, el Plan Jaguar 2030 persigue identificar 30 lugares prioritarios para su conservación y clasificarlas como áreas protegidas para 2030 como tarde.
Además, cabe destacar la relevancia de crear un corredor cultural como dice Howard Quigley, director ejecutivo de conservación científica de Panthera. El jaguar ha sido un símbolo de poder para muchas civilizaciones del continente. Devolverle ese respeto social puede ser un factor clave en su conservación. Las consecuencias del conflicto humano-depredador son terribles.
Plan Jaguar 2030: Coexistencia entre jaguares y humanos
Son tantos los jaguares asesinados a manos de los ganaderos que esta cuestión se ha convertido en uno de los objetivos principales del Plan Jaguar 2030. “Las personas matan a estos animales por miedo de que se coman sus vacas. Necesitamos sensibilizar a la población”, dice María José Villanueva, directora de conservación de WWF México. Es precisamente en este país, donde la organización Animal Karma está trabajando para ayudar a los ganaderos con este problema. La idea es delimitar las parcelas donde pasta el ganado con cercos eléctricos alimentados por energía solar. De una forma sostenible, es posible mantener a los jaguares fuera de conflicto y así evitar que sean asesinados.

Por desgracia, no solo los ganaderos asesinan a los jaguares. El tráfico ilegal de especies no conoce fronteras. El tigre es un animal muy preciado por la medicina china tradicional, pero cada día quedan menos y están más protegidos por la ley. Los traficantes piensan que el jaguar es un buen sustituto y el problema cada día es mayor. Países como Bolivia, Surinam, Guyana y Belice, entre otros, son los principales lugares donde operan estas mafias. Acabar con esto es otro de los puntos claves del Plan Jaguar 2030.
»Necesitamos ver más allá de la especie»
El jaguar, como depredador tope, es una de las especies más importantes de los ecosistemas donde habita. Su presencia regula la población de herbívoros y por tanto también la cubierta vegetal. Es una de las denominadas especies clave de su ecosistema. Proteger y conservar al jaguar es un gran paso hacia la conservación de la biodiversidad en términos generales. Por ello la importancia del Plan Jaguar 2030: Plan regional para la Conservación del felino más grande del continente americano y sus ecosistemas.
Un buenísimo ejemplo del trabajo bien hecho es el de la Fundación Rewilding Argentina. Después de varios años de duros esfuerzos, el jaguar ha regresado al Parque Iberá, el parque nacional más grande de Argentina. Esto no solo representa una grandísima noticia para la especie, sino también para el ecosistema. Con la vuelta del Yaguareté, el Iberá volverá a ser un lugar vibrante y lleno de vida como lo fue años atrás. ¡No te pierdas el vídeo!